En el pedestal

Pues claro que sí, hay muchos días en los que nos comemos el mundo pero ni nos damos cuenta; cuando cuadramos ese complicado presupuesto a la primera, hacemos sonreir a alguien, acertamos con esa idea que estaba ahí, esperándonos…

Y es que de vez en cuando no nos viene nada mal subirnos un rato a un pedestal, motivos no nos faltan. Simplemente hay que reconocerlos.



Comentarios

Entradas populares de este blog

¡Qué desastre! Cómo convertir errores épicos en éxitos creativos

Taller "En busca de la identidad" en el Vivero de empresas de San Blas