“ Haz lo que quieras hacer, pero también como lo quieras hacer. No hagas caso a los idiotas…”, palabra de Stan Lee. Prácticamente todos los artistas y empresarios de éxito tienen un pasado en el que muchos les dijeron que no valían, que su idea era absurda, que se dedicaran a otra cosa… Y su perseverancia y la suerte, no nos olvidemos de esta gran amiga, los llevó al éxito. Así lo cuentan y así dan aliento a muchos proyectos de emprendimiento. Yo nací, profesional y personalmente, dentro de un proyecto de emprendimiento –el que inició mi padre allá por los años ochenta creando nuestro estudio familiar– por lo que admiro profundamente esa fuerza que lleva a cada emprendedor a apostar por su idea, a decidir lo que quiere hacer y cómo quiere hacerlo. A través de mi trabajo con ellos, me siento partícipe de sus ilusiones y también, un poquito, de sus éxitos. Gracias a compartir sus proyectos, puedo sentir lo que experimentó mi padre cuando yo era una niña a la que le encantaba tras